Panorámica del tito en las Ermitas
 

Gran ruta a Almodóvar del Río

Día de la madre, domingo 6 de mayo de 2012

Romerillo llegando al castillo de Almodóvar

Salida desde la gasolinera de Medina Azahara en la carretera de Palma del Río, donde dejamos el coche a las 6,15 horas. Hacia las proximidades del museo por el canal del Guadalmellato. Sentido Almodóvar del Río, que es justo nuestro ambicioso destino.
Tras un par de kilómetros bordeando el canal, por un andadero anexo, lo abandonamos, internándonos hacia la sierra por la vereda de la Canchuela.
La vereda se extiende hasta cerca de Trassierra, donde la abandonamos hacia la izquierda para tomar el Camino de los Toros hasta Almodóvar, por la Porrada.
La Canchuela comienza por una larga y empinada cuesta, entre encinares. Estrechándose a medida que nos acercamos a su punto más alto, donde rodeamos la finca que nos sirve de referencia, el cortijo de Pedrajas. Es una cuesta considerable pero no es de las peores subidas a nuestra sierra cordobesa. De hecho es una de las preferidas por los ciclistas de montain bike. Pero no os confiéis, es más larga de lo que parece. Llegaremos a coronar varios collados que no serán aún el final de nuestra interminable subida.

Los dos posando en el castillo de Almodóvar

Pero cuando llegamos arriba, cerca del cortijo, las vistas de la vega y de la campiña cordobesa, son espectaculares. Si no nos lo impiden las frecuentes nieblas vespertinas, que ponen una nota romántica a nuestros pasos.
Giramos como nos indican unas enormes flechas para la derecha, dirigiéndonos hacia el cruce del Hornillo, próximo al restaurante Los Almendros, por donde iremos divisando cómo pastan numerosos rebaños de vacas, que en esta época suelen estar plagados de tiernos terneritos de piel rojiza. El entorno bucólico y pastoril es conmovedor. Pero ojo con no distraerse demasiado, a ver dónde ponemos los pies.
El cruce del Hornillo nos interna a la izquierda en un nuevo paisaje, que pronto nos conduce a un entorno acuífero, la piscifactoría próxima a la finca de la Jarosa, que es una bonita laguna, donde se suele avistar algún grupo de patos dando un paseo por su superficie y arrancando a volar ante nuestra presencia.
Después dejamos el cruce de la derecha que va a Trassierra y continuamos por nuestros hermosos encinares, entre la tierra escasamente labrada, por nuestra larga y ancha vereda de la Canchuela, por el lugar de Lovaca, encontrando un par de fincas a nuestra izquierda, en lo alto de una loma, como vigilándonos. Y poco más allá, nuestra penúltima valla, la que deja a la derecha Lo de Prado y el camino del Castañar de Valdejetas, y allá, al frente, Puerto Artafi, una de nuestras cumbres preferidas, interponiéndose erguido delante del pueblo de Trassierra.
Pero nosotros nos desviamos hoy a la izquierda, hacia la finca de La Porrada y Villalobillos. Penetrando por el conocido Camino de los Toros. El reloj marca las 10 menos diez de la mañana. Llevamos 3 horas y media andando y 20 km y medio recorridos. No está nada mal, a casi 6 kms/hora. Y aún no hemos parado. La idea es parar a 6 ó 7 kms de Almodóvar, para tomarnos un plátano, cambiarnos de camiseta y descansar 10 minutos para reponer fuerzas, antes de enfrentarnos al último tramo.
Pasamos La Porrada y hacemos algunas fotos, pocas, que nos cortan el ritmo. Si seguimos así habremos batido nuestro record de distancia recorrida en Córdoba, así es que habrá que dejar testimonio gráfico.
Seguimos por la finca de las Covatillas hasta nuestra parada, donde se divide el Camino de los Toros. Paramos y nos tendemos literalmente molidos en un pequeño montículo del terreno con césped. Antes estiramos un poco, que debe ser bueno, después comemos un plátano y nos cambiamos de camiseta, aligerando nuestra vestimenta, pues la temperatura es bastante templada ya.
El tramo final es a ratos duro, pues aunque el terreno es llano, entramos en zona semiurbana alternando tramos de carretera, que a estas alturas castigan nuestros maltrechos pies.
A los 35 kms. y medio celebramos la consecución de nuestro record, anteriormente alcanzado en una versión extendida de La Gran Ruta Roja (*ver).
Un kilómetro y medio más nos desemboca en la carretera de Palma del Río, a la altura del estadio de fútbol del pueblo.
Romerillo prefiere continuar hasta el emblemático castillo de Almodóvar, a cuya explanada llegamos unos minutos después, a las 13,20 horas exactamente, 7 horas y 5 minutos después de nuestra salida. Paramos el GPS que nos marca una media de 5,3 kms./hora.
Allí, a los pies del impresionante castillo, nos encontramos la extensa plazuela plagada de motos de gran cilindrada, que pusieron una nota de color y de sonido a nuestro anhelado fin de jornada.
Allí también nos encontramos con unos expedicionarios sevillanos que venían del pantano de la Breña de hacer senderismo, aunque se encontraron con el GR cortado. Si consultáis nuestras rutas nunca tropezaréis con un camino falso, porque todas nuestras rutas nos las hemos pateado bien antes.
Finalmente, diez minutos más tarde, somos recogidos por un vehículo familiar en aquel idílico punto de encuentro. Sin lo cual, en este primer domingo de mayo, DÍA DE LA MADRE, no habría sido posible haber disfrutado de esta maravillosa ruta por las “Mágicas Veredas Cordobesas”.
¡Hasta la próxima!
¡Buen Camino!

Documentos adjuntos a esta publicación

El tito sonriente por la ArruzafaRomerillo en el camino de la Arruzafa
 
Copyright VEREDAS CORDOBESAS
Psje. Jose Manuel Rodriguez Lopez 6 | 14005 Córdoba · España
info@veredascordobesas.com
Diseña y desarrolla
Xperimenta eConsulting